
Sexo, movilidad y roles de género
Ellos viajan más en coche privado; ellas, a pie o en transporte público, una desigualdad que refleja la brecha de género de nuestra sociedad. Una sociedad que reconoce solo el trabajo productivo, y no el reproductivo al que se asocia la movilidad del cuidado. Algo que también influye en la seguridad vial..
Hasta ahora, las políticas de movilidad se han centrado en los desplazamientos productivos (los que realizan los hombres), relegando a un segundo plano los relacionados con los cuidados (los de las mujeres). Introducir la perspectiva de género significa cambiar ese paradigma.
Hablar de perspectiva de género, en el caso de la movilidad segura y sostenible, y en estos tiempos, es una apuesta valiente y arriesgada, pero necesaria para desplazarnos lejos del confort del concepto, y aprender a expresarnos y definir donde los “límites” del conocimiento toman el protagonismo.